10/05/2025 às 13:48

¿Los Perdedores?

12

¿Por qué no se habla de la derrota? Porque no sabemos qué hacer ante ella. No sabemos cómo acompañar. No sabemos qué decir. Es fácil estar en la victoria, o al menos nos sale más natural. Y lo peor: creemos que lo hacemos bien, pero cuando alguien nos dice que le fue mal… ¿qué hacemos?

¿Qué sentimos cuando un amigo fracasa en su emprendimiento? ¿Qué decimos cuando a nuestro hijo le va mal en un deporte? ¿Cómo reaccionamos cuando alguien nos cuenta que perdió en el amor? No es casual que en ninguna de esas situaciones sepamos bien cómo acompañar.

La derrota siempre va acompañada de actitudes valiosas, que sí solemos celebrar cuando alguien gana, pero que rara vez reconocemos antes, en donde más se necesitan: en el proceso. Porque para que haya una derrota, tiene que haber un intento. Y para que haya un intento, hay preparación, constancia, cansancio y mucho miedo. Miedo a que no salga como esperábamos. Miedo a no poder. A no estar a la altura. Miedo al qué dirán.

¿Tendrá algo que ver esto con la cantidad de personas que no logran cumplir sus sueños? ¿Será que es imposible lograrlos o será que dejamos de intentarlo? ¿Qué pasaría si construyéramos una sociedad que entendiera la derrota por lo que realmente es: un proceso de aprendizaje?

Hoy puedo transitar la derrota con una sensación incomparable, porque soy absolutamente consciente de que es parte de arriesgarme a hacer cosas sobre las que no tengo control del resultado. Morirme de miedo y hacerlo igual. Ser vulnerable, justamente por no tener ese control.

La emoción que acompaña a la derrota no es linda. Que las cosas no salgan como una las planeó, no alegra. Por eso, cuando escucho a papás en encuentros deportivos decir cosas como: "¿y por qué llora? No sabe disfrutar", puedo ver todo lo que nos falta aprender. El control de las emociones es algo que nuestra generación aprendió “muy bien”. Sobre todo, las mujeres. No importa lo rota que estés, igual hay que sonreír y demostrar que no pasa nada. Claro que pueden llorar y está bien!

Hoy lloro cuando me siento derrotada. Y juro que lo único que necesito en esos momentos es que alguien me abrace y me diga: “Lo estás haciendo bien. La próxima lo harás mejor. Fuiste muy valiente. No te des por vencida. Mientras sigas el camino de tu corazón, mientras no te rindas, vas a tener otra oportunidad. Ahora descansá. Lo hiciste muy bien.”

Por eso, hoy te digo

CELEBRARÉ SIEMPRE

a quien sigue el camino de su corazón.

ESTARÉ SIEMPRE

para abrazarte cuando las cosas no salgan como planeaste.

TE ANIMARÉ SIEMPRE

a que aprendas, corrijas y vuelvas a intentarlo.

MIENTRAS NO DEJES DE CREER,

MIENTRAS NO TE DES POR VENCIDO,

SIEMPRE HABRÁ UNA OPORTUNIDAD.

10 Mai 2025

¿Los Perdedores?

Comentar
Facebook
WhatsApp
LinkedIn
Twitter
Copiar URL
Logo do Whatsapp